Ya no solo estás comiendo por ti, sino por tu bebé. Los dos necesitáis una serie de nutrientes que solo algunas comidas pueden proporcionar. Además, durante esta etapa atravesarás una gran cantidad de cambios físicos, hormonales, y hasta emocionales que, en ocasiones, implican un cambio en la dieta.
Siempre hay que cuidar la alimentación, pero el período de embarazo requiere más atención todavía. Alimentos que normalmente podrían formar parte de la dieta perfectamente, no son adecuados para mujeres en gestación. Entre otras cosas, además, permite:
- evitar algunas infecciones, como pueden ser la listeriosis o la toxoplasmosis.
- reducir las probabilidades de que la madre presente diabetes gestacional, entre otras patologías.
- como decíamos, no solo cubrir las necesidades de la madre, sino las demandas del bebé para que este nazca con un peso correcto.
- evitar déficit de ciertos nutrientes como yodo, vitamina B12, ácido fólico o hierro, entre otros.